Fuego Liquido

Fuego Liquido
Muchas veces creemos que el agua es fría y gélida, por lo que es mala. Otras tantas pensamos que el fuego es candente y peligroso, y es malo. Pero, los dos dan vida, entonces, ¿fuego o agua?

++Frase Aleatoria++

No importa lo que haga, cada persona en la Tierra está siempre representando el papel principal de la Historia del mundo. Y normalmente no lo sabe

noviembre 25, 2008

La Esencia (final 2)

Abrí el frasco con tristeza y observé cómo se removía mi esencia dentro. Comencé a llorar, pero no aparté la mirada del frasco. Llorando, me acerqué a la ventana y lo volteé todo hacia fuera, acompañando su caída con mis lágrimas.
Después de todo, ella era la culpable de que yo no pudiera ser alguien normal, de que no pudiera actuar con libertad.
Aguantando un grito, levanté mi mirada el cielo nocturno. Quizás, sólo quizás, esto fuera para mejor.
Quizás no.

La Esencia (final 1)

Abrí el frasco con brusquedad y, cerrando los ojos para no ver en su interior, volqué todo su contenido en mi boca. Lo bebí todo, me apoderé de él, lo hice parte de mí, otra vez.

Después de todo, aún cuando fuera ella la culpable de todo, era parte de mi ser, y no podía dejarla ir.


La Esencia (Sin Final)

Dejé que el lápiz corriera libre por la hoja en blanco. No tenía muy claro sobre qué quería escribir, pero sí que quería hacerlo. No había un tema, sin embargo. Era como estar vacía y seca por dentro. Borré aquel triste pensamiento de mi mente. Claro que había algo en mí, tenía que haber algo. No podía haberme despegado tan fácilmente de mi esencia pura.
Cansada de desvariar, dejé a un lado la pluma y la hoja, ya no en blanco.
Tomé un diminuto frasco que descansaba en la repisa del frente, y lo puse frente a mis ojos. El líquido que se removía dentro era de una suave tonalidad rosa, y formaba bellas remolinos blancos de vez en cuando. Sonreí. Era bello.
Me pregunté si podría deshacerme de él, de una vez y para siempre. Su brillo blanquecino me atormentaba en las noches, me hacía sentir como a una persona malvada, y a la vez buena; como a una persona fría, y a la vez cálida… Además, estaba segura de que, si me deshacía de él, una parte de mí misma se perdería, pero era un riesgo que estaba dispuesta a correr. Como adivinando mis oscuros pensamientos, el líquido se removió inquieto dentro del frasco. Me acongojé. ¿Qué debía hacer? Aquella sustancia era la parte más importante de mí misma, la razón de mi existencia, la respuesta a mi vida. Pero, aún con todo esto, deseaba apartarla de mí, dejarla morir lentamente, o incluso provocar una muerte súbita. Quizás eso aplacara la angustia. Quizás eso apagara la incertidumbre. O quizás me sumiera en un estado aún más alejado. Quizás me encerrara aún en mi ser. Quizás me ocultara para siempre de lo que alguna vez fui.
Suspiré confundida. No sabía que tenía que decidir. Ni siquiera tenía muy claro lo que quería hacer.
Una parte de mí, la parte que aún habitaba en este cuerpo, deseaba fervientemente olvidarlo todo para siempre. La otra parte, la parte que se escondía en aquel frasco, me rogaba que no la olvidara, que no la asesinara.
Cansada ya de todo esto, tomé bruscamente el frasco y lo agité. Aquella sustancia era la culpable de todo lo que estaba pasando ahora en mi vida. La culpable de que no pudiera actuar con libertad, de que no pudiera hacer lo que deseaba.
Entonces, tomé una decisión.