El mundo sumido en oscuridad, sin un atisbo de la luz que tanto se necesitaba.
Almas vagaban por la nada, buscando una salida a la desesperación,
Buscando una respuesta a sus mentes nebulosas,
Buscando una esperanza que les ayudara a comenzar.
Nubes lo cubrían todo con su oscuridad,
Oscuridad simultánea desde todos los lugares,
De la que nadie podía escapar.
Y, en este desesperado lugar, un alma nació,
Un alma no soportó más el terrible suplicio,
Y, liberándose de una vez del yugo de la oscuridad,
Comenzó a vagar por el espacio,
Alimentándose tan solo de su fuerza,
Y creyendo con todo su ser
En convertir la oscuridad en algo mejor.
¡Cuán inmenso el universo!
Se decía el joven pensamiento,
¡Cuán frías las ideas!
Desesperado meditaba.
Y, aforrándose a su fe,
Corrió sin un rumbo,
Corrió por ver nacer un mundo mejor,
Corrió por encontrar algo nuevo en la niebla.
Iba en su travesía,
Cuando un sollozo oyó,
“¿Qué podría ser aquello?”
El alma se preguntó.
Se encaminó por la niebla,
Siguiendo la dirección
Del inteligible murmullo.
Algo flotaba más allá,
En medio de un nube de polvo,
Polvo oscuro, frío y áspero.
Atento a cada sensación,
El alma se le acercó
Y, ¡oh!, que sorpresa lo que halló.
Ahí, encogida dentro de sí misma,
Lloraba un alma con profundo dolor.
¿Qué sucede?
El alma preguntó, sin atreverse ya
A acercarse un poco más.
La interpelada no respondió,
Y la espalda le dio.
Largo tiempo el alma la observó,
Sin tener en claro lo que debía hacer
¿Puedo ayudar?
Esperanzado preguntó.
Y ella sus pensamientos le traspasó,
Y él sintió su dolor muy dentro,
Y su desesperación le hirió profundo.
Atribulado se le acercó,
Confiado y tímido a la vez.
Puedo ayudar.
Ahora ofreció.
Ella aceptó, y cercana a él se quedó.
Y cuentan cómo juntos corrieron
Más allá de las nubes y el polvo,
Y concentrados en sus más profundos anhelos,
Recorrieron el espacio buscando las respuestas.
Y cuentan que, en cierto momento,
Las almas más no pudieron aguantar,
Y, dejando toda precaución de lado,
Se abrazaron y fusionaron,
En uno solo ser se juntaron,
Y lo que de ellos explotó,
Nadie nunca olvidó.
Miles de chispas saltaron alrededor,
Llenando todo de luz y esperanza
Y algunas se juntaron,
Formando grandes chispas brillantes,
Chispas de sueños y esperanzas,
Chispas que iluminaban la oscuridad
De las almas desesperadas.
Y de ambas almas nunca más se supo,
Nadie las vio jamás,
Y como testimonio de su sacrificio,
Para eliminar la oscuridad del mundo,
Quedaron las estrellas,
Vestigios de amor y pasión,
Vestigios de sueños irreales,
Nunca tornados realidad.
Pruebas de un amor eterno,
Que con su vida y esencia
Iluminó los destinos siempre oscuros
De las almas del universo.
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